Hay amistades que se hacen virales, otras que se cuecen a fuego lento. Algunas nacen en la infancia, otras en medio del éxito. Lo cierto es que en la Argentina sobran ejemplos de duplas célebres que se bancan en los momentos buenos y malos. Y es que, como el fútbol, el mate, el asado y el dulce de leche, la amistad es una de las grandes pasiones nacionales. Por eso este domingo 20 de julio se celebra el Día del Amigo.
Se trata de una fecha para honrar esos vínculos que acompañan, impulsan y desafían a ser mejores. En esa línea, esta producción desarrolla cinco amistades icónicas argentinas del trap, el fútbol, el cine, el rock y el streaming. Son vínculos que han dejado anécdotas que valen oro y muestran que, detrás de cada gran proyecto, suele haber un gran amigo que actúa de soporte.
Cinco grandes amistades argentinas
1. Cazzu y La Joaqui: amigas que salvan
El trap y el RKT las cruzaron en la escena musical, pero fue la sororidad lo que forjó una amistad inquebrantable. Años atrás, La Joaqui (Joaquinha Lerena) vivía una relación marcada por la violencia de género: estaba atrapada en Fuerte Apache con un hombre que era a la vez su pareja, productor y manager. Controlador y agresivo, él se encargaba de aislarla, incluso rompiéndole los celulares para que no pudiera pedir ayuda.
En medio de esa oscuridad, había un único número que ella recordaba de memoria: el de su amiga Cazzu (Julieta Cazzuchelli). Un día, en un almacén del barrio, se animó a pedir prestado un teléfono y le escribió. “Le puse si me mandaba un Uber y me fui a su casa”, contó. Su respuesta fue inmediata. “Mirá, a mí me queda esta casita en San Justo. Tenés seis meses ahí, pagos”, le dijo, dándole un techo, contención y tiempo para rearmarse.
La anécdota se transformó en símbolo cuando, años después, compartieron el escenario de Lollapalooza. Esa noche cantaron bajo amenazas de violencia de parte del ex de La Joaqui, pero lo hicieron juntas, abrazadas por una amistad que nació en la urgencia y floreció en la música. Hoy, tras superar tormentas y conquistar escenarios, siguen eligiéndose. Porque a veces, tener una amiga a quien llamar lo cambia todo.
2. Lionel Messi y Ángel Di María: una amistad de barrio que llegó a lo más alto
En Rosario crecieron juntos, pero no siempre fue fácil jugar con Messi. De niño, Di María se las ideaba para infiltrarse entre los amigos de Leo en la cancha del barrio. “Me hacía pasar por otro chico para jugar con ellos”, contó entre risas en una entrevista con TyC Sports.
Años después, esa relación de la infancia rosarina se transformó en un vínculo inquebrantable en la Selección Argentina y en el PSG. “Jugar con Messi fue lo mejor que me pasó en mi carrera”, afirmó Di María, quien confesó que siempre fue el primero en llegar a los entrenamientos: “después lo hacía él y preparábamos unos mates”.
Juntos ganaron títulos históricos: medalla de oro en Beijing 2008, Copa América, Mundial 2022 y múltiples trofeos con clubes. Más allá de su talento, se destacan por su complicidad. Para Di María, Messi no es solo “el mejor del mundo”; también es el amigo que está antes de la fama, con quien compartió ilusiones desde la niñez.
3. Graciela Borges y Mirtha Legrand: una amistad de dos divas
La suya es una amistad que resiste el tiempo, los egos y las luces del espectáculo. Graciela Borges y Mirtha Legrand, dos íconos indiscutidos del cine y la televisión argentina, se conocen desde hace más de medio siglo y forjaron un vínculo que va mucho más allá de los acontecimientos públicos. Se acompañan en entrevistas, celebraciones y momentos difíciles. Una de las últimas postales que reflejaron esa conexión fue en 2022, cuando falleció el productor Jorge “Pet” Figueroa: ambas se mostraron conmovidas, tomadas de la mano, unidas en el dolor.
Graciela suele describir a Mirtha como “mi adorado compañero”, dejando entrever un amor fraternal y una lealtad inquebrantable. Esa complicidad se traduce en cada mirada, en cada reencuentro, en la calidez con la que se hablan incluso frente a las cámaras. Lejos de cualquier rivalidad, su amistad se convirtió en un símbolo de otra época, pero también en un refugio que sigue vigente, tan elegante y fuerte como ellas.
4. Gustavo Cerati y Luis Alberto Spinetta: amistad entre dos gigantes del rock nacional
Esta es una amistad que se tejió entre acordes, poesía y respeto mutuo. Gustavo Cerati (1959-2014) sublimaba con Luis Alberto Spinetta (1950-2012). “Yo fui fan toda mi vida de vos, Luis”, le dijo una vez, sin vergüenza, como quien le habla a un maestro que también es amigo. Más que colegas, se volvieron compañeros de ruta. Se llamaban para intercambiar ideas, se invitaban a tocar y se admiraban sin filtro. Spinetta, generoso, decía que Cerati era “uno de los músicos más lúcidos y originales” de su generación. La suya fue una amistad de guitarras, pero también de silencios compartidos, de charlas largas fuera del foco y de esa complicidad única que tienen los que hablan el mismo lenguaje.
El punto más alto de ese lazo se dio en 2009, en el mítico show de Las Bandas Eternas, donde Spinetta subió al escenario junto a Cerati para interpretar “Té para tres” y “Rezo por vos”. Ese reencuentro fue mucho más que un momento musical: fue la celebración de un vínculo, un abrazo artístico entre dos leyendas que sabían que lo que los unía trascendía el tiempo. “Fue un acto de amor”, diría luego Spinetta. Y así lo vivieron miles de fans que, con ese gesto, vieron cómo la hermandad también puede sonar en clave de rock.
5. Momi Giardina y Santiago Talledo: amigos en el mundo del streaming
Desde que se sumaron juntos a Nadie Dice Nada de Luzu TV, Momi Giardina y Santi Talledo forjaron una complicidad que trasciende el humor. En 2022 debutaron como dupla en Fresco y Batata, donde compartieron conducción y afinaron un estilo espontáneo que los unió como compañeros de ruta. En una transmisión en directo, el vínculo quedó expuesto cuando Santi sorprendió a Momi tatuándose su nombre, un regalo que la emocionó hasta las lágrimas. Ese gesto simbolizó una amistad sólida en un medio líquido donde todo cambia rápido.
Pero también hay sorpresas emocionales: en mayo de 2025, Santi escribió una canción dedicada a su amiga en el programa, que interpretó frente al equipo. La letra y su interpretación, cargadas de emoción, hicieron que Momi se quebrara al aire. Entre bromas, ironías y complicidad constante en cámara, su relación refleja que la amistad también brilla detrás de los clics: sostén emocional, respeto y la certeza de que en los medios jóvenes pueden tener un amigo, no solo un compañero de streaming.
Presencias esenciales
En tiempos donde los vínculos suelen medirse por likes o métricas, estas cinco amistades recuerdan lo esencial. Desde un mensaje en la madrugada hasta una canción en vivo, desde la cancha del barrio hasta el escenario de un estadio, hay algo que se repite: la presencia. Porque la amistad, como el arte, el deporte o la vida misma, no se trata sólo de llegar, sino de con quién lo hacés.
Este 20 de julio quizás no haya que buscar grandes gestos ni historias de película. A veces, alcanza con saber que hay alguien al otro lado del teléfono. O del mate. O del escenario. Como Cazzu, Messi, Mirtha, Spinetta o Momi, todos tenemos (o merecemos) a ese amigo que nos acompaña a ser mejores. Y eso, en un mundo tan vertiginoso, sigue siendo una de las cosas más valiosas que hay.